Un hogar donde cada espacio conversa con el otro, y cada rincón tiene algo que decir.

En esta remodelación trabajamos el living comedor como un solo gran ambiente, acogedor y sofisticado a la vez. La paleta neutra, los volúmenes simples y los materiales nobles generan una sensación de calma inmediata. El negro entra como acento en piezas claves: un comedor robusto, sillas con carácter y arte en gran formato que viste las paredes con total naturalidad.

Los cuadros de gran tamaño que incluimos aportan textura, profundidad y personalidad. No solo decoran, transforman el ambiente y le dan ese aire de galería que eleva el espacio más allá de lo funcional. Es una forma de integrar el arte a la vida cotidiana y hacer que el diseño dialogue con quienes lo habitan.

El dormitorio, por su parte, sigue el mismo lenguaje: neutro, cálido y envolvente. Un refugio con texturas suaves, muros con carácter y un verde suave que conecta con el exterior. El resultado: un espacio que invita a bajar las revoluciones, sin perder identidad.