La ampliación de esta cocina abre paso a un espacio luminoso y sofisticado. La lucarna central inunda de claridad las superficies amaderadas, revelando rincones pensados para el bar, la cafetería y el guardado, tres sectores que elevan la experiencia cotidiana al nivel de un espacio social.
En proyectos de este tipo, la luz natural se convierte en protagonista: no solo amplía visualmente, sino que transforma la percepción de los materiales, destacando vetas y texturas. La madera, elegida en tonos cálidos, aporta continuidad y serenidad, mientras el mobiliario diseñado a medida asegura orden y funcionalidad.
Con guiños a la estética indonesia, las piezas de arte, las tonalidades tierra y la sobriedad cromática hacen que este ambiente trascienda lo puramente utilitario. La cocina deja de ser solo un espacio de preparación para convertirse en un lugar de encuentro, contemplación y disfrute.
El resultado es una propuesta que inspira a quienes piensan ampliar su cocina: no se trata únicamente de sumar metros, sino de diseñar atmósferas que integren luz, calidez y carácter, logrando espacios que acompañen y eleven la vida diaria.