Este proyecto de 70 m², ubicado en el sector de Escuela Militar, demuestra cómo el diseño bien pensado puede transformar completamente la experiencia de habitar un espacio. Desde el primer recorrido, el objetivo fue reinterpretar el departamento bajo una mirada funcional y contemporánea, donde cada ambiente reflejara la personalidad de su dueña y su forma de vivir.
La intervención comenzó en el acceso, un espacio muchas veces olvidado, que aquí se convirtió en un punto de bienvenida con carácter. El nuevo hall de entrada, diseñado con un mueble en obra y un espejo redondo, genera amplitud visual y aporta gran capacidad de guardado, marcando desde el inicio la armonía entre estética y funcionalidad.
La cocina, sin duda, es el corazón del proyecto. Su diseño refleja por completo la identidad de la clienta: práctica, elegante y con atención al detalle. Cada centímetro fue optimizado, integrando los electrodomésticos mediante paneles y dejando que las texturas y materiales sean los verdaderos protagonistas. Las superficies claras y la iluminación cálida generan una atmósfera acogedora que invita a permanecer.
En el baño, se buscó mantener la luminosidad mediante muros blancos, contrastados con un piso de carácter y color que aporta vitalidad y ritmo. Los detalles minimalistas y el espejo con almacenaje oculto refuerzan la idea de que el orden y la funcionalidad pueden convivir con el diseño.
Más que una remodelación, este proyecto representa una transformación energética: cada decisión de diseño está pensada para elevar la calidad de vida, demostrando que los espacios bien diseñados pueden inspirar y acompañar la rutina con belleza y equilibrio.