Este diseño fusiona funcionalidad y estética atemporal, creando un lugar que inspira tranquilidad, limpieza y orden. La paleta de materiales incluye cuarzo blanco, madera negra y vidrio, generando un equilibrio entre la calidez y la modernidad.
Un sector acristalado añade un toque de sofisticación, ideal para exhibir esculturas y cristalerías, convirtiendo este espacio en una galería doméstica. La gran mesa de cuarzo blanco se impone como el corazón del lugar, acompañada de sillas de madera negra que contrastan en textura y color, aportando un carácter contemporáneo.
Cada detalle ha sido pensado para responder a las dinámicas de un espacio familiar multifuncional, donde la cocina no solo es un área de preparación de alimentos, sino también un lugar de encuentro y expresión personal.