Transformar una oficina de solo 30 m² en un espacio con identidad y funcionalidad fue un desafío que afrontamos con entusiasmo. El resultado: un ambiente que reúne cuatro zonas distintas —coworking, kitchenette, acceso exhibidor y un lounge con carácter propio—, donde el piano se convierte en el corazón del lugar.
Gracias a un biombo separador logramos definir los espacios sin perder la sensación de amplitud, creando un entorno elegante, dinámico y con mucha personalidad. Cada detalle fue pensado para equilibrar estética y confort, potenciando la experiencia cotidiana del trabajo con una atmósfera cálida y contemporánea.
El diseño busca transmitir la esencia de quienes habitan el espacio, reflejando su estilo y propósito a través de materiales nobles, texturas amaderadas y una paleta de tonos oscuros que aportan profundidad y carácter.
Agradecemos a nuestro cliente por confiar en nuestro equipo y permitirnos dar vida a este proyecto lleno de inspiración.